Tan de repente

Tan de repente
Argentina, 2002
Dirigida por Diego Lerman
Tatiana Saphir, Carla Crespo, Verónica Hassan, Beatriz Thibaudin.
Aprovecho la ocasión del reciente fallecimiento de Beatriz Thibaudin para recomendaros esta pelÃcula. Uno se encuentra de vez en cuando con sorpresas como ésta: sin esperar nada, sin saber nada, y allà está, entre nubes oscuras de tormenta aparece la joya, brillando.
Dos chicas abordan a una bellÃsima gorda por la calle y deciden que les apetece coger con ella. SÃ, coger, que la peli es argentina. La gordita se sorprende al principio, pero es tal el deseo de las muchachas, y es tal su deseo al sentirse deseada, que no pone demasiados impedimentos y marcha con ellas en un viaje sin retorno hasta el mar. Hasta aquà podrÃa ser una tÃpica road-movie con final en el mar a lo Truffaut, de las que ya hemos visto montones, con ecos de nouvelle vague, Jarmusch, Wenders y con diálogos minimalistas y bruscos, frÃos como el acero. Con esas “Historias mÃnimas“, como la de las orcas gemelas sin nombre. Esta primera parte es la recreación de un corto que Lerman habÃa rodado sobre un relato de César Aira, “La prueba“.
Pero he aquà que empieza la sorpresa: las muchachas se dirigen a Rosario a visitar a la anciana tÃa de una de ellas. Y entonces la pelÃcula empieza a deslizarse suavemente por una pendiente de afectos femeninos (cual pelÃcula de Almodóvar) y se interna en un universo poblado por casitas blancas provincianas y mesas de té con bizcochos de Doña Amparo con Cointreau, por sábanas revueltas en la siesta y cocinas humeantes y paseos en barco por el rÃo Paraná.
Y es que Beatriz Thibaudin ha aparecido como una estrella fulgurante de cine mudo, casi como Gloria Swanson en Sunset Boulevard. Y lo llena todo. Y no solo eso, sino que el resto de los personajes empiezan a crecer: Marcia, la gorda que acaba de despertar al lesbianismo, Mao, orgullosa de hacer lo que le da la gana con quien le da la gana, Lenin, que descubre que quizá no es la chica dura que aparenta ser. A esta familia se añade una pintora y un estudiante, el único hombre.
De Diego Lerman, el director, poco sabemos, salvo que debÃa rondar los veinticinco años cuando filmó la pelÃcula. Y que esperamos mucho, mucho más. También sabemos que a pesar de que disfruta mucho de la carne, las pastas y los helados, aún no es gordo (eso dice él). Y que su pelÃcula no es de lesbianas, como tampoco lo es de gordas. Es de personas y es una delicia.
Sólo decirte que ya la estoy bajando y cuento los minutos.
Recomendación del El puto jack Twist vale por tres.
presiento que te va a gustar, ya nos contarás