“Milhomes” entregó el “Premio Marcela y Elisa”

(FELGTB) Con motivo de cumplirse el pasado domingo 8 de junio los 107 años de la boda de Marcela y Elisa en A Coruña, el Colectivo de Lesbianas, Gays y Transexuales de A Coruña, “Milhomes” hace entrega de su galardón “Premio Marcela y Elisa” (séptima edición). Dedicado, asà mismo, a reconocer al egregio escritor gallego, Eduardo Blanco Amor, por supuesto homosexual y de cuya obra “A esmorga” toma nombre nuestro colectivo.
Como siempre, tienen especial relevancia en la resolución de este premio la cercanÃa de sus efectos a la ciudadanÃa coruñesa y su carácter de modelo de conducta. Por ese motivo, finalmente los premiados han sido, conjuntamente: Francisco Viga, profesor del I.E.S de Melide e I.
La primera, la de Francisco, es una candidatura que se vuelve a tener en consideración en nuestra entidad. Allá por los inicios de 2004, este hombre tuvo a bien recordarles a los alumnos, mientras hablaba de las particularidades de la obra de Eduardo Blanco Amor, que en A Coruña un colectivo de gays habÃa adoptado el nombre de “Milhomes” en honor al protagonista homosexual de la que se tiene por el culmen de la novela en gallego: “A esmorga”.
No podÃa imaginarse que un gesto tan sencillo, tan fácil de reproducir en multitud de materias académicas y en diversas circunstancias, pudiese ser tan importante. Pero cambió la vida de un muchacho de 17 años que a partir de ese dÃa y por primera vez supo que habÃa “vida” más allá del “erial” heterosexual en el que se veÃa obligado a vivir a diario. Durante una temporada este chico se trasladaba, cada viernes, a Coruña para poder ver chicos gays como él. En los 50 kms que separan Melide de A Coruña, el mismo “erial”.
I. del que no daremos más datos, es un muchacho de 17 años que hace escasÃsimos dÃas tuvo el valor y el arrojo de declararse gay desde un estrado delante de unos cien compañeros de centro. Pero hizo mucho más: fue promotor de la charla en la que participó el colectivo “Milhomes”, con el objetivo de luchar contra la homobia, porque habÃa una razón muy especial para ello. Delante de todos se avergonzó y avergonzó a todos por haber sido testigos (cuando no partÃcipes) del acoso a un muchacho gay el curso anterior. Ese muchacho tuvo que dejar el instituto por culpa de tanto insulto. Se ensalza como persona con su valiente acto y traslada a la sociedad una realidad que está aconteciendo frecuentemente en nuestros institutos y que se silencia en aras de un mal entendido bien para el agredido.