Doña SofÃa la republicana
Sunday, November 30th, 2008
La periodista de extrema derecha Pilar Urbano era noticia hace un mes por un libro titulado “La Reina muy de cerca�, en el que se vierten las polémicas opiniones de la Reina de España sobre temas tan delicados como el aborto, la eutanasia y el matrimonio homosexual, entre otros. Tras el escándalo mediático originado por el libro, la Casa Real se ve obligada a precisar que dichas opiniones se han hecho en el ámbito privado y no corresponden “con exactitud� a la opinión de SM la Reina.
Ahora que a todos se nos ha pasado un poco la indignación inicial que nos produjo el libro, podemos aproximarnos al tema con un poco más de objetividad. A mà me vienen a la cabeza una serie de pensamientos:
Uno. La reina cayó en la trampa que le tendió su “amigaâ€? Pilar Urbano, quien utilizó su indudable habilidad periodÃstica para llevarla al terreno de su moralidad ultraconservadora, sin sospechar que en el libro se transcribirÃan las opiniones regias, también ultraconservadoras, sin pasarlas por el filtro del sentido común democrático.
Dos. La reina se equivocó al confiar en Pilar Urbano y la Casa Real se equivocó al permitir que el libro se publicase. Las galeradas estuvieron en palacio tres dÃas: la Casa Real debió calibrar el impacto de las opiniones de la Reina, no ceder a la presión de la editorial y de la periodista, e impedir que el libro se publicase en los términos en que se hizo.
Tres. Aunque “La Reina muy de cercaâ€? contiene las verdaderas opiniones de doña SofÃa, sonsacadas hábilmente por la depredadora Pilar Urbano, la Casa Real debió desautorizar el libro categóricamente y sin fisuras una vez publicado, y no con la irritante tibieza con que lo hizo, porque su contenido no es sólo polÃticamente incorrecto, además es ofensivo e hiriente para muchos españoles, y en un tema asà no cabe andarse con medias tintas. Si Pilar Urbano fue desleal con la Reina, ya que publicó lo que al parecer eran unas confidencias y no unas declaraciones, la Reina deberÃa haber limpiado su imagen desautorizando personalmente, y con rotundidad, a la periodista. Mientras no haya una contundente desautorización de “La Reina muy de cercaâ€?, daremos por bueno su contenido.
Cuatro. Con la publicación del libro la reina se ha ganado absurdamente la antipatÃa, cuando no la enemistad, de muchos españoles. “Los gays no deberÃan sentirse orgullosos de su orientaciónâ€? “si todos los heterosexuales nos manifestásemos atascarÃamos Madridâ€?, asevera la Reina. ¿Es tan simple doña SofÃa que no entiende que la celebración del Orgullo es un sÃmbolo de los derechos conseguidos tras siglos de brutal represión y a la vez una reivindicación de los derechos que aún nos quedan por conseguir? ¿Necesitan una manifestación asà los heterosexuales?
Cinco. El libro contiene unas opiniones tan inoportunas y ajenas al siglo XXI, que ha dañado internacionalmente la imagen de nuestra MonarquÃa. El prestigioso International Herald Tribune, llevaba una gran foto de Doña SofÃa a la portada de su edición impresa el pasado 18 de noviembre, con este titular a tres columnas: “A royal pain for the Spanish monarchyâ€? (Un dolor real para la monarquÃa española). La noticia, que es extensa y bastante dura, se hace eco, una por una, del rosario de las controvertidas opiniones de la Reina; también menciona la metedura de pata (sic) de doña SofÃa al decir que no entiende por qué los “gays están orgullosos de serloâ€? y habla de cómo se ha manchado la imagen de discreción que ha caracterizado siempre a la monarquÃa española.
Seis. Un apunte puramente polÃtico: La reina, al rechazar el matrimonio homosexual, se alinea polÃticamente con un partido, el PP, que lo tiene recurrido ante el Tribunal Constitucional.
Siete. A los que piensan que la ciudadana SofÃa tiene todo el derecho del mundo a dar su opinión sobre lo divino y lo humano, capitaneados por Pilar Urbano, experta en arrimar el ascua a su sardina, cabrÃa preguntarles: ¿HabrÃan opinado lo mismo si la ciudadana SofÃa hubiese estado a favor de la eutanasia, el aborto y el matrimonio gay?
Ocho. Es evidente que quien más se ha perjudicado en esta triste historia es la propia Reina, y por extensión la Corona. Y quien más se ha beneficiado del entuerto es Pilar Urbano, que ha obtenido una doble victoria. Primero: hincharse a vender libros – los contables del Opus Dei deben estar echando humo estos dÃas -, y ya sabemos lo importante que es el dinero para muchas personas. Segundo: ha conseguido poner en boca de la mismÃsima Reina de España toda la roña ideológica y los prejuicios homófobos que ella misma abandera; y realmente sólo le ha faltado incorporar a doña SofÃa al club de las metáforas (una manzana y una pera, una ardilla y un loro… como sÃmiles de la unión entre dos personas del mismo sexo). Sólo nos cabe felicitarle por la maniobra.
Nueve. Quienes siempre hemos pensado que la MonarquÃa Constitucional es un sistema polÃtico acartonado y anacrónico, y que es un monumental disparate heredar la jefatura del Estado como quien hereda una cuberterÃa de plata, ahora, tras conocer las opiniones regias, tenemos un motivo más para reafirmarnos en nuestras posiciones.
Rafael RodrÃguez.
La periodista de extrema derecha Pilar Urbano era noticia hace un mes por un libro titulado “La Reina muy de cerca�, en el que se vierten las polémicas opiniones de la Reina de España sobre temas tan delicados como el aborto, la eutanasia y el matrimonio homosexual, entre otros. Tras el escándalo mediático originado por el libro, la Casa Real se ve obligada a precisar que dichas opiniones se han hecho en el ámbito privado y no corresponden “con exactitud� a la opinión de SM la Reina.
Ahora que a todos se nos ha pasado un poco la indignación inicial que nos produjo el libro, podemos aproximarnos al tema con un poco más de objetividad. A mà me vienen a la cabeza una serie de pensamientos:
Uno. La reina cayó en la trampa que le tendió su “amigaâ€? Pilar Urbano, quien utilizó su indudable habilidad periodÃstica para llevarla al terreno de su moralidad ultraconservadora, sin sospechar que en el libro se transcribirÃan las opiniones regias, también ultraconservadoras, sin pasarlas por el filtro del sentido común democrático.
Dos. La reina se equivocó al confiar en Pilar Urbano y la Casa Real se equivocó al permitir que el libro se publicase. Las galeradas estuvieron en palacio tres dÃas: la Casa Real debió calibrar el impacto de las opiniones de la Reina, no ceder a la presión de la editorial y de la periodista, e impedir que el libro se publicase en los términos en que se hizo.
Tres. Aunque “La Reina muy de cercaâ€? contiene las verdaderas opiniones de doña SofÃa, sonsacadas hábilmente por la depredadora Pilar Urbano, la Casa Real debió desautorizar el libro categóricamente y sin fisuras una vez publicado, y no con la irritante tibieza con que lo hizo, porque su contenido no es sólo polÃticamente incorrecto, además es ofensivo e hiriente para muchos españoles, y en un tema asà no cabe andarse con medias tintas. Si Pilar Urbano fue desleal con la Reina, ya que publicó lo que al parecer eran unas confidencias y no unas declaraciones, la Reina deberÃa haber limpiado su imagen desautorizando personalmente, y con rotundidad, a la periodista. Mientras no haya una contundente desautorización de “La Reina muy de cercaâ€?, daremos por bueno su contenido.
Cuatro. Con la publicación del libro la reina se ha ganado absurdamente la antipatÃa, cuando no la enemistad, de muchos españoles. “Los gays no deberÃan sentirse orgullosos de su orientaciónâ€? “si todos los heterosexuales nos manifestásemos atascarÃamos Madridâ€?, asevera la Reina. ¿Es tan simple doña SofÃa que no entiende que la celebración del Orgullo es un sÃmbolo de los derechos conseguidos tras siglos de brutal represión y a la vez una reivindicación de los derechos que aún nos quedan por conseguir? ¿Necesitan una manifestación asà los heterosexuales?
Cinco. El libro contiene unas opiniones tan inoportunas y ajenas al siglo XXI, que ha dañado internacionalmente la imagen de nuestra MonarquÃa. El prestigioso International Herald Tribune, llevaba una gran foto de Doña SofÃa a la portada de su edición impresa el pasado 18 de noviembre, con este titular a tres columnas: “A royal pain for the Spanish monarchyâ€? (Un dolor real para la monarquÃa española). La noticia, que es extensa y bastante dura, se hace eco, una por una, del rosario de las controvertidas opiniones de la Reina; también menciona la metedura de pata (sic) de doña SofÃa al decir que no entiende por qué los “gays están orgullosos de serloâ€? y habla de cómo se ha manchado la imagen de discreción que ha caracterizado siempre a la monarquÃa española.
Seis. Un apunte puramente polÃtico: La reina, al rechazar el matrimonio homosexual, se alinea polÃticamente con un partido, el PP, que lo tiene recurrido ante el Tribunal Constitucional.
Siete. A los que piensan que la ciudadana SofÃa tiene todo el derecho del mundo a dar su opinión sobre lo divino y lo humano, capitaneados por Pilar Urbano, experta en arrimar el ascua a su sardina, cabrÃa preguntarles: ¿HabrÃan opinado lo mismo si la ciudadana SofÃa hubiese estado a favor de la eutanasia, el aborto y el matrimonio gay?
Ocho. Es evidente que quien más se ha perjudicado en esta triste historia es la propia Reina, y por extensión la Corona. Y quien más se ha beneficiado del entuerto es Pilar Urbano, que ha obtenido una doble victoria. Primero: hincharse a vender libros – los contables del Opus Dei deben estar echando humo estos dÃas -, y ya sabemos lo importante que es el dinero para muchas personas. Segundo: ha conseguido poner en boca de la mismÃsima Reina de España toda la roña ideológica y los prejuicios homófobos que ella misma abandera; y realmente sólo le ha faltado incorporar a doña SofÃa al club de las metáforas (una manzana y una pera, una ardilla y un loro… como sÃmiles de la unión entre dos personas del mismo sexo). Sólo nos cabe felicitarle por la maniobra.
Nueve. Quienes siempre hemos pensado que la MonarquÃa Constitucional es un sistema polÃtico acartonado y anacrónico, y que es un monumental disparate heredar la jefatura del Estado como quien hereda una cuberterÃa de plata, ahora, tras conocer las opiniones regias, tenemos un motivo más para reafirmarnos en nuestras posiciones.
Rafael RodrÃguez.