
Hace poco, un integrante de Izquierda Unida, en este mismo portal de noticias, publicaba una carta donde afirmaba que José Luis RodrÃguez Zapatero, presidente del gobierno español, nos habÃa fallado, haciéndose eco del estribillo que se cantaba en 2004 cuando el jefe del ejecutivo ascendió al poder y la gente le coreaba: “ZP no nos fallesâ€?.
Cuando Zapatero ganó las elecciones, tenÃa un plan muy ambicioso con nuestro colectivo. Ciertamente se habÃa apoyado mucho en nosotros, llegando a salir en 2002 en la portada de una revista de temática exclusivamente LGTB, como fue Zero, cuando afirmó el célebre “matrimonio sÃ, adopción ya veremosâ€?.
Todos pensamos que al llegar, se suavizarÃan sus posturas y darÃa una parte de lo que prometió, como todos los presidentes del gobierno. Pero pronto vimos que su programa parecÃa que iba en serio, cuando al mes de constituir su gobierno, retiró las tropas de Irak, quizás de una forma algo imprudente, pero cumpliendo a rajatabla el mandato de la calle “ZP, no nos fallesâ€?.
Al finales de ese mismo año ya se empezó a tramitar una reforma del Código Civil para reformar la institución del matrimonio, una reforma muy polémica, que hizo levantarse a la sociedad más conservadora y católica en una manifestación que dolió mucho al colectivo LGTB, llevando el Partido Popular al Senado a un “experto� que insultó a todas nuestras familias. Esta reforma al PSOE no creemos que le haya beneficiado electoralmente, pues a nivel de votos, el colectivo LGTB no acude a los comicios de forma disciplinada y para los deseados votos del centro, esta reforma no benefició a los socialistas, que no todos estaban de acuerdo, podéis ver la abstención de Mercedes Aroz y de Francisco Vázquez la votación.
Pues bien, a nivel del colectivo LGB, Zapatero nos dio más de lo que cuando llegó a la presidencia del PSOE estaba dispuesto a conceder, puesto que en la regulación del matrimonio incluÃan la adopción, algo que ni en Zero se comprometió a facilitar dos años antes de las elecciones.
Al año siguiente, 2006, le tocaba el turno a la T, la transexualidad, y fue una ley que el ejecutivo tardó demasiado en llevar a cabo, por lo que los colectivos protestamos. Pero al final se aprobó con la ambigüedad del PP, que votó de una forma en la cámara baja y de otra en la alta. Sin embargo, ha sido una ley muy polémica que no ha colmado todos sus objetivos, puesto que ha dejado fuera del catálogo de las prestaciones generales de la Seguridad Social a los tratamientos, lo cuál perjudica enormemente a una gran cantidad de personas. Es algo que hay que exigirle a Zapatero que cambie y que llevaba en su programa electoral.
Ha habido muchos aspectos a mejorar: en materia de VIH, se ha elaborado un plan donde no se dedican apenas recursos a la investigación, en las relaciones con la Iglesia católica, les siguen dando un rol preponderante en la sociedad y no se atreve a cortarles las alas, en EpC, para intentar llegar al consenso con el PP, ha rebajado los temarios donde hablaban de nuestro colectivo y permite editoriales como Casals.
Todo esto se ha conseguido con el rechazo casi unánime del principal partido de la oposición, de la iglesia Católica y con el apoyo mayoritario de los partidos minoritarios: IU y nacionalistas, alianzas que le han costado muy caro al partido socialista.
Por ello no caemos en la autocomplacencia, ni en el conformismo cuando damos las gracias. Tenemos muchas nuevas demandas para el próximo ejecutivo que se reúna en la Moncloa, como una ley contra la LGTBfobia, la solución a la inclusión de las prestaciones generales de la SS, un control de los libros de EpC, un plan de empleo para transexuales, la figura de los agentes de igualdad, un plan de acción en medios rurales o un Instituto para la Igualdad Social entre otras.
Por ello agradecemos al Sr RodrÃguez Zapatero y su ejecutiva el haber sido el consejo de ministros más favorable a nuestra causa de toda la democracia española y que en menos tiempo nos ha intentado igualar tanto e incluir en la sociedad. Sólo advertirles que éste no es el final, sino el camino, y que la LGTBfobia sigue ahÃ, ya que la igualdad legal está muy cerca, pero la real no es tan tangible.
Rubén López
Activista LGTB