El dÃa que murió Chanquete
José L. Collado
Editorial Egales (libro cedido por Berkana)
Y seguimos con la literatura osa.
A los de mi generación (y mucho me temo que a varias más dada la cantidad de veces que han repuesto la serie) Verano Azul nos dejó tocadillos. Hemos buscado el amor intentando encontrar a nuestro Pancho, a Javi (incluso a Quique), a nuestra Bea, Desi o Julia. El protagonista del libro en cuestión pasa la vida buscando a Chanquete, aquel viejo marinero de risa profunda y cascada.
Si el maestro Terenci Moix nos habló del dÃa de la muerte de Marilyn, «El dÃa que murió Chanquete» refleja el impacto no sólo del marinero y su ecopacifismo bonachón, sino de Epi y Blas, Coco, Mazinger Z y toda una amalgama de influencias que llegaba a nuestras casas a través de los dos canales.
El caso es que el protagonista incluye el gusto por los osos dentro de una categorÃa estética mucho más amplia: el gusto por la curva. Su afición por los hombres mayores, con canas y cuantos más kilos mejor, no es más que la proyección en el terreno sexual de un gusto que pasa por el barroco y el modernismo, por las esferas de los setenta y las casas circulares, por las bolas de espejos.
Jesús, que asà se llama el protagonista, narra sus experiencias en busca del Chanquete perdido por Sitges, Barcelona, Valencia, Londres o DublÃn, y cree encontrarlo al menos dos veces: Enric, incapaz de amar y Barry, incapaz de no amar. Dos hombres gordos, mayores y canosos con dos problemas distintos.
Poco sabemos de José L. Collado, salvo que es periodista y que vive en Madrid. Y que seguramente no será difÃcil encontrarlo por el Hot, Enfrente o algún bar para chicos grandotes.
Si Antonio Ferrandis levantara la cabeza no dudo que sentirÃa un profundo halago, y quién sabe si una secreta y agridulce nostalgia por estos tiempos que no conoció y que le han elevado a la categorÃa de icono sexual.