El estigma social que acompaña a la homosexualidad en Europa del Este, y singularmente en los países procedentes de la desintegración de la antigua Unión Soviética, se hace especialmente visible al considerar las cifras de afectados por la infección por VIH/sida. Los datos que ha ofrecido ONUSIDA son concluyentes. En Ucrania, con la misma población que España, en 20 años de epidemia, sólo se han declarado 158 casos de sida en varones homosexuales. En España, 10.649. Y la causa no está en una diferencia en el comportamiento. Lo que cambia, según ONUSIDA, es la disposición de los afectados a reconocer unas u otras prácticas.
Una situación similar se daría en los países vecinos. Tayikistán y Turkmenistán no tienen oficialmente ningún caso de sida por relaciones entre hombres, Azerbaiyán tiene 10, y Bielorrusia, 29. «La mayoría de los hombres que tienen sexo con hombres lo ocultan. Nunca lo dirán. En cambio, explicarán que han tenido una práctica de riesgo, que se han estado inyectando drogas o que están preocupados después de haber ido al dentista», según Zoryan Kis, de la red ucraniana de personas que viven con el VIH.
Ucrania es, de hecho, el país de Europa donde la infección tiene una mayor prevalencia. Se calcula que el 1,6% de los adultos está infectado por el VIH. Según los cálculos de ONUSIDA, unos 27.000 infectados lo serían por relaciones homosexuales. Teniendo en cuenta además las dificultades del acceso al tratamiento, no es arriesgado suponer que la proporción de ellos que ya tienen sida sea muy superior a la oficial.