Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano, no ha esperado mucho tiempo para cargar contra la asignatura de Educación para la CiudadanÃa o el matrimonio entre personas del mismo sexo durante su visita a España. El ataque de Bertone se produce, por cierto, tras ser recibido y tratado con extrema cordialidad tanto por el presidente del Gobierno, José Luis RodrÃguez Zapatero, como por la vicepresidenta, MarÃa Teresa Fernández de la Vega, que le han garantizado que el Gobierno no modificará los vigentes acuerdos con la Santa Sede, que tan provechosos resultan para las arcas de la iglesia católica española.
Bertone afirma que es a los padres «a quienes compete, por derecho natural, la primera tarea educativa, y a los que se debe respetar el derecho a elegir la educación para sus hijos acorde con sus ideas y, en especial, según sus convicciones religiosas», en lo que no deja de ser una velada alusión a Educación para la CiudadanÃa. Bertone defiende además que la enseñanza confesional de la religión en los centros públicos resulta «acorde con el principio de laicidad» ya que «no supone adhesión ni, por tanto, identificación del Estado con los dogmas y la moral que integran el contenido de esta materia».
Por lo que se refiere al matrimonio entre personas del mismo sexo, Bertone ha vuelto a mostrar el tradicional desprecio de la jerarquÃa católica hacia las familias homoparentales al afirmar que la vida familiar está fundada sobre «el matrimonio de un hombre y una mujer, unidos por un vÃnculo indisoluble, libremente contraÃdo».
Bertone aprovecha además para justificar las injerencias de la iglesia católica en la vida pública con el argumento de que «la libertad religiosa traspasa el horizonte que trata de limitarla a una parcela Ãntima, a una mera libertad de culto o a una educación inspirada en valores cristianos, para solicitar al ámbito civil y social, libertad para que las confesiones religiosas puedan ejercer su misión».