Algora, a sus 23 años, está labrándose una bonita carrera como cantante. Ha ganado varios concursos, ha sido telonero de Fangoria y, por si fuera poco, su primer disco, “Planes de veranoâ€? ha conocido por igual buenas crÃticas y el apoyo de los oyentes. No hay que esforzarse demasiado para dejarse seducir por sus canciones. Ahora, junto con “Los perros de terciopeloâ€? prepara su segundo álbum de estudio después de lanzar al mercado el bailable y arriesgado “Nubes blancas, sueños rarosâ€?. En Dos Manzanas hemos tenido la oportunidad de hablar con él.

Raúl Portero.- Buscando información sobre ti, hemos encontrado en muchas páginas que se te define como un neocrooner. No sé, a lo mejor hay gente que, como yo, no tiene ni idea de qué es. ¿Nos lo puedes explicar?
Algora.- Es algo asà como un intérprete solista al que le acompañan músicos. En los 70 era Frank Sinatra y ahora podrÃa serlo Sondre Lerche, por ejemplo. El término correcto es crooner, lo de neo supongo que tiene que ver con darle un toque más actual, porque sà que es cierto que me acompañan músicos y soy incapaz de tocar ningún instrumento delante de gente, pero no me veo yo en ese contexto tan clásico. De todas formas todo esto habrÃa que preguntárselo a quienquiera que fuera el que me definió de tal manera, porque yo lo he aprendido después.
R.P.- “Planes de verano� (DFE Records) fue tu primer disco; además, un disco muy celebrado. ¿Y qué supone su publicación? Es decir, los fans, la gira, las entrevistas.
A.- Supone sentirte increÃblemente afortunado de poder llegar a un público más amplio y publicar tus canciones de manera decente, y más en un paÃs como este donde la mitad de la industria está manejada por analfabetos musicales y la otra por gente con muy buen hacer y gusto, pero que no tienen la posibilidad ni el apoyo suficiente de sacar a toda la gente realmente talentosa que les gustarÃa.
R.P.- Además, haces de DJ. ¿En qué se caracterizan tus sesiones?
A.- Más que DJ soy una discoteca andante: pongo música, pero no se mezclarla. Pinchando contrarresto la necesidad que tengo de escuchar música nueva constantemente y hacer que la gente la descubra. No me gusta ir a una discoteca después de varios años y seguir escuchando el Blue Monday de New Order. Está bien recordar, pero todo tiene un lÃmite. ¡Con la cantidad de canciones maravillosas que se hacen hoy para bailar!
R.P.- «Nubes blancas, sueños raros», el disco de remezclas, lo considero un paso arriesgado, porque “Planes de veranoâ€? tuvo muy buenas crÃticas y siempre hay quien dirÃa que ya ves tú qué necesidad habÃa de versionar lo que, de por sÃ, ya está bien. ¿Cómo se te ocurrió / por qué tiraste este proyecto adelante?
A.- Sà que es un paso arriesgado, sÃ. Pero no me he dado cuenta de ello hasta después de sacarlo. Cuando me lo propusieron me pareció una buena idea, pero tampoco le di la importancia que podrÃa darle a un disco de canciones originales, me pareció bonito como complemento, y ya está. Eso sÃ, te digo una cosa, no creo que volviera a sacar un CD de remixes nunca más. Con uno basta. Y con esto no quiero decir que no esté satisfecho con el resultado, cada una de las remezclas desprende increÃblemente la personalidad de su remezclador, que era lo que yo querÃa, pero tengo suficiente material como para sacar discos nuevos cada seis meses.
R.P.- Me parece que te tira mucho el acústico para tus actuaciones. Ahora que tienes nueva banda, ¿en qué va a cambiar tu sonido en comparación con Planes de verano, donde flirteabas con la electrónica -no digamos ya las remezclas de Nubes Blancas, sueños raros?
A.- La formación de grupo es una evolución lógica de mi sonido y mi forma de componer. Yo siempre he sido más del concepto clásico de banda, lo que pasa es que es muy difÃcil encontrar a músicos que empleen gran parte de su tiempo para tocar canciones que no son suyas. Para mà es un plus porque los cuatro miembros de «Los perros de terciopelo» son, además de músicos, grandes artistas y tienen casi toda la libertad de incluir lo que se les ocurra en las canciones. La electrónica fue algo circunstancial aunque para nada estoy pensando en dejarla de lado; en el próximo disco seguirá habiendo plugins cibernéticos y beats espaciales por un tubo, pero quizás de una forma más depurada, menos de base y más ornamental.
R.P.- ¿Y cuándo lo tendremos en circulación?
A.- Para después del verano, tengo también otros proyectos musicales muy interesantes… Además las cosas siempre van más lentas de lo que a uno le gustarÃa.
R.P.- No puedo resistirme a preguntarte por el tÃtulo…
A.- El tÃtulo es secreto de estado pero mentirÃa si te dijera que lo tengo del todo claro, y es muy pronto para hablar de tÃtulo cuando el disco no está ni grabado. Digamos que es un disco muy eléctrico y espacial, donde hablo mucho de la noche y todas sus extrañas luces.
R.P.- Tus vÃdeoclips están muy bien, son muy sencillos a la par que originales. Uno de ellos incluso tiene una respuesta muy divertida en Youtube. ¿Tienes una idea de lo que quieres hacer, o se lo dejas a los demás? ¿Te los hace siempre el mismo equipo?
A.- No, las ideas son siempre del director , porque si empiezo a meter baza yo al final no tiene nada que ver con lo que ellos piensan y no es plan. No descarto dirigir mis propios videoclips o los de otra gente, es uno de mis proyectos futuros. Me apetece bastante. Y no, no siempre los hace el mismo equipo. El primero es de Miguel G.Bergareche y Carlos DÃez, el segundo (Paraaguas) es de MUTADOR y el tercero lo hicimos un dÃa que nos aburrÃamos en mi casa con ayuda de MUTADOR, también.
R.P.- Una pregunta en plan fan, ¿podremos tener algún dÃa «instrucciones» en soporte CD?
A.- Quizás dentro de algunos años en un recopilatorio, aunque a este paso a lo mejor para entonces el CD ni existe.
R.P.- ¿Crees que la sexualidad de la gente está por encima del producto? Lo digo porque se habla de cine gay, literatura gay, o incluso música gay.
A.- Por supuesto que no. Nunca me he planteado definirme como artista gay, es la gente la que me ha puesto las etiquetas si es que me las han puesto alguna vez. Me muevo en un mundo donde se mueven personas de todo tipo y me siento a gusto dentro de esa versatilidad. Además me encuentro integrado y respetado por ellos. Es lógico que la gente gay se identifique con mis letras , que son bastante explÃcitas en ese aspecto, pero del mismo modo puede sentirse identificada cualquier persona hetero , igual que yo lo hago con las de autores no gays. Nadie clasifica a Michael Stipe, Hidrogenesse o Rufus Wainwright como artistas o grupos gays , y tienen un público súper variado. Luego tendemos a identificar lo de «gay» como algo en cierto modo peyorativo (no siempre, ahà tenemos ese fabuloso ejemplo de disco ultragay declarado, The Smell of Our Own de The hidden Cameras) porque algo que va dirigido exclusivamente a un público gay suele ser generalmente una jodida horterada, y no me preguntes por qué… Las emociones hermosas y la poesÃa deberÃan estar al alcance de todos, desde niños a ancianos de cualquier condición, independientemente de que hables de pollas enormes y culos abiertos en ellas. Asà que prefiero estar rodeado de señoras y señores con diversidad de modos de vida y opiniones, y poder mostrarles mi visión a todos ellos, que se enriquezcan con ellas de algún modo.
R.P.- Y para acabar, si dos manzanas son una cosa, dos peras otra totalmente diferente, y una manzana y una pera nunca son iguales que dos manzanas o que dos peras… ¿qué le dirÃas a la autora de tamaña reflexión?
A.- Que aprenda a leer, que ya tiene una edad.
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