Por su interés, reproducimos la plegarÃa con la cual Gene Robinson, obispo episcopaliano de New Hampshire, abiertamente gay, participó en los actos del domingo pasado en el Lincoln Memorial de Wahington, que daban paso a las diversas celebraciones que con motivo de la toma de posesión de Barack Obama como nuevo Presidente de los Estados Unidos han tenido lugar estos dÃas. Como informamos ayer, la plegaria no pudo ser seguida por los telespectadores estadounidenses debido a un curioso «error de ejecución», pero aun asà hubo quien sà pudo grabarla.
A continuación reproducimos la traducción de la plegaria al castellano elaborada por Gustavo Von Der Spinne para el portal argentino de noticias LGTB AG Magazine:
Oh, Dios de nuestra comprensión, rogamos que nos bendigas con lágrimas, lágrimas para un mundo en el que más de mil millones de personas subsisten por menos de un dólar al dÃa, donde las mujeres jóvenes en muchas tierras son golpeadas y violadas por querer una educación, y miles mueren diariamente de desnutrición, malaria, paludismo y SIDA.
Bendice a esta nación con ira, ira en discriminación en el hogar y en el extranjero, contra los refugiados y los inmigrantes, contra las mujeres, las personas de color, las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
BendÃcenos con molestia en las respuestas fáciles, simplistas que nosotros preferimos oÃr de nuestros polÃticos en lugar de la verdad acerca de nosotros mismos y nuestro mundo, que necesitamos enfrentar si vamos a hacer frente a los desafÃos del futuro. BendÃcenos a nosotros con paciencia y con el conocimiento que ninguno de nuestros males se solucionará pronto, y la comprensión de que nuestro nuevo Presidente es un ser humano, no un MesÃas.
BendÃcenos con humildad, abiertos a la comprensión de que nosotros necesitamos ser una nación que siempre debe ser equilibrada con el mundo.
BendÃcenos con la libertad de la mera tolerancia, para sustituirla por un auténtico respeto y el abrazo de nuestras diferencias.
Y bendÃcenos con compasión y generosidad, recordando que cada religión de cada Dios nos juzga por la forma que nos interesamos por los más vulnerables.
Y Dios, te damos gracias por tu hijo, Barack, en este momento que asume el cargo de Presidente de los Estados Unidos. Dale sabidurÃa más allá de sus años. InspÃralo con estilo de liderazgo, de conciliación del Presidente Lincoln, la capacidad del Presidente Kennedy de dar de alta nuestros mejores esfuerzos y del sueño del Dr. [Martin Luther] King de una nación para todas las personas.
Dale un corazón tranquilo, para nuestro barco de Estado que necesita de un capitán constante y calmo.
Dale palabras conmovedoras. Tendremos que ser inspirados y motivados para hacer los sacrificios comunes y personales necesarios para afrontar los retos por delante.
Hazlo de color ciego, recordandole a él de sus propias palabras que bajo su liderazgo no habrá «ni Estados rojos o azules, pero sà los Estados Unidos».
Ayúdale a recordar su propia opresión como una minorÃa, basándose en la experiencia de discriminación que él podrÃa intentar cambiar para las vidas de aquellos que todavÃa son sus vÃctimas.
Dale fuerzas para encontrar tiempo y privacidad para la familia y ayudarle a recordar que aunque él es el Presidente, un padre sólo obtiene una oportunidad para la infancia de sus hijas.
Y por favor Dios, mantenlo a salvo. Sabemos que pedimos mucho a nuestros presidentes y pedimos demasiado de éste. Te suplico, oh buen y gran Dios, para mantenerlo seguro y a salvo; sostenlo en la palma de tu mano, para que pueda hacer el trabajo que le hemos pedido que haga y que él pueda encontrar alegrÃa en este llamado imposible para que al final, pueda llevarnos como una nación a un lugar de integridad, prosperidad y de paz. Amén.