
La reciente celebración en Barcelona de los premios Laureus (los llamados «Oscars del deporte») reunió en la Ciudad Condal a gran número de personalidades del espectáculo, la polÃtica y el deporte. Entre estas últimas se encontraba una de las tenistas más laureadas de la Historia, Martina Navratilova.
La tenista checa, nacionalizada estadounidense, aprovechó su paso por Barcelona para valorar la diferencia de derechos de gays y lesbianas en Estados Unidos y en España. Navratilova, recordemos, fue una de las primeras figuras públicas de máximo nivel en reconocer abiertamente su lesbianismo, y en hablar de derechos e igualdad de derechos.
Martina elogió la polÃtica social de José Luis RodrÃguez Zapatero, en especial en lo que se refiere a la legislación del matrimonio entre homosexuales, a la vez que criticó al presidente Bush y reivindicó los avances que, a su juicio, se produjeron durante el mandato de Clinton en materia de igualdad.
“El ser lesbiana no es importante para adoptar, sino el hecho de ser una buena madre. La condición sexual que tú tengas no puede determinar si puedes tener un hijo o no. Con Clinton los derechos de los gays y las lesbianas estaban reconocidos, mientras que con Bush no lo están. Es injusto vivir en un paÃs en el que, incluso pagando tus impuestos, no todos los ciudadanos son iguales ante la ley. Me satisface que el gobierno de España sea tan progresista en este asuntoâ€?, afirmó.
Palabras valientes, como siempre fue la tenista, en un mundo en el que aún queda mucho terreno por recorrer.