Este año y superando la prohibición del año pasado, 500 personas participaron en la marcha del Orgullo Gay de la capital letona. La manifestación transcurrió sin ningún incidente a excepción de los insultos de un grupo de jóvenes, pero no llegó a más gracias a un gran despliegue policial para evitar ataques por parte de grupos homofobos.
A la vez que se realizaba la manifestación, varios miles de defensores de la ‘familia tradicional’ celebraron el concierto homofobo «El mundo contra la homosexualidad». Los grupos antigay recogieron firmas para una petición contra la homosexualidad y cada firmante recibió una camiseta con un lema homófobo.