Seguimos con las conversiones

Inicio este blog con una de los temas que desde hace un tiempo me llaman la atención, “La conversión de homosexual a heterosexual�.

En Confidencia Digital aparece esta “noticia�, “Un homosexual “converso�� en la que hablan de Tim Walkins un ex activista gay estadounidense que se convirtió al cristianismo, casado y papá de tres hermosos, supongo, hijos.

Cuando leo estas noticias tengo dos reacciones completamente diferente. Una de rabia y otra de alegría. Intentaré explicar estas dos sensaciones contradictorias…

Siento rabia por seguir viendo que hay gente que piensa que la homosexualidad es algo malo, algo que hay que cambiar, algo contra lo que hay que luchar por ser así, para poder ser feliz y ser como el resto.

A ver… yo soy gay, quiero a quien quiero, siento como siento, soy feliz y soy como cualquiera que puede estar leyendo estas líneas, sea o no sea homosexual. Tengo mis cosas buenas y mis cosas malas, vaya… como cualquier otro. Se que por ser homosexual he tenido mis etapas más o menos buenas pero… también creo que como cualquier otro, gordo, flaco, listo, tonto, rubio, moreno… sin que ninguno de ellos sea ni mejor ni peor que el otro, simplemente en el fondo somos iguales y diría… que muy iguales.

Por otro siento alegría porque veo que alguien que no era feliz consigo mismo, que se odiaba, que no quería ser así ha luchado y al final ha cambiado para ser una persona completamente diferente. En el fondo lo que ha hecho ha sido renunciar a si mismo, a lo que lleva en el interior reprimiendo todo lo que siente y piensa para así poder llegar a ser como el resto de seres que le rodean y que así ellos no lo vean como algo diferente y lo acepten en su círculo. Me alegro un montón por él, si ahora es feliz, pues… que siga así y continúe con esa vida, pero eso sí… que no intenten convencer a nadie para decirles que lo mejor que harían sería cambiar y convertirse.

En Conferencia Digital terminan con la frase: “Polaino tenía razón, es posible «salir de la homosexualidad». Esperemos que este testimonio haga recapacitar a muchos.�